Por Ruby Soriano

Que barateros nos salieron los panistas poblanos, quienes entre la polémica de un fraude interno, siguen a la espera de la milagrosa ratificación del triunfo de quienes serán sus nuevos dirigentes.

Ahí en el ya merito, Agusta Díaz de Rivera y Marcos Castro cuentan las horas para la ratificación oficial de su vapuleado triunfo.

Vaya descomposición la que hoy se aprecia en el blanquiazul, donde de un lado fraguaron robo de urnas, compra de votos y del otro, la nueva repartición de cuotas a cuates con dinero que pareciera haber salido de las arcas del Charlie Hall poblano.

Los panistas se volvieron presas de su propia ambición que terminó por exhibir sus bajísimas pasiones cuando de ganar se trata.

En este partido, el cambio de estafeta no avizora ninguna refrescada de liderazgos. Por el contrario, se advierte lo de siempre; la rancia tendencia yunquista con todo y sus avatares de mochería resucitada.

Ahí van ellos, convencidos que su «patrón» como le llaman, se enfila a la gubernatura poblana.

El camino aún es largo y el regreso del oscurantismo azulado advierte movilizar a otros frentes no sólo de la extrema izquierda, sino aquellos que desde ya, están convencidos de empujar otros equilibrios que no propiamente se amparen en los extremos de una ideología.

En tanto, los azules nos seguirán dando show para verlos destrozarse internamente a la sazón de la repartición del poder en Puebla. 

Los cadáveres exquisitos de la época morenovallista, regresaron al redil.

Los exiliados también volvieron para retomar el camino.

En tanto, los poblanos nos hacemos algunas preguntas.

¿Cómo nos explicarán los señores azules, que a casi 90 días de haber rendido protesta, su “Messías” ya articuló endilgarnos un nuevo impuesto por alumbrado público?

¿Acaso los adoradores de la estirpe yunquista también pasarán a formar parte de la porra azulada que desde Palacio Municipal está a las órdenes del Gobernador Barbosa?

¿Cómo se contará con una nueva dirigencia panista crítica y opositora, cuando quien hoy mueve los hilos del partido es visto como la nueva marioneta del Barbosismo?

Qué difícil la tienen Señores del PAN, sobre todo cuando en Puebla estamos tan cansados de tanta simulación.

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