Alquimia del Poder
Por Ruby Soriano
La tragedia que el huracán Otis provocó en el Puerto de Acapulco mostró de manera real la incompetencia no sólo del Gobierno de México y de las autoridades estatales y municipales que fueron sorprendidas a la par que toda la población guerrerense.
Los daños a la infraestructura hotelera sin duda son la mejor muestra de la furia de la naturaleza que “madrugó” a dos gobiernos locales incompetentes que ni siquiera tomaron las mínimas previsiones para instalar albergues y estar listos para lo que pudiera ocurrir.
Lo doloso de toda esta situación es que la demagogia de un gobierno mira las tragedias como la fotografía del México de hace 20 años, donde se trata de mostrar a un Presidente baquetón, que ni siquiera ha tenido el tino para informar de manera congruente.
La demagogia de cuarta se practica desde un gobierno central que como un viejo y averiado dinosaurio apenas si puede responder con prontitud a las demandas de una población civil que en muchos casos lo ha perdido todo.
Tal parece que la naturaleza le dio una lección al presidente Andrés Manuel López Obrador pues en el ocaso de su sexenio, hoy más que nunca se notan sus acciones erráticas como instruir la desaparición del Fideicomiso para el Fondo de Desastres Naturales.
Tiempos muy difíciles se avecinan para una de las ciudades que, a pesar de los altos niveles de inseguridad, uno de sus principales motores económicos es el turismo nacional y extranjero.
En este momento ojalá y el presidente revise su cartera de recursos para evitar despilfarros en el financiamiento bajo el agua que a través de la Secretaría de Bienestar se fuga para las campañas de los cuadros morenistas que van en las diferentes internas por las candidaturas en ese partido.
México luce una vieja estampa de los años 70 donde el populismo como discurso barato quiere imponer acciones de mediocridad gobiernista que sólo sirven para un lucimiento personal.
La sociedad civil como siempre sucede ha salido al quite ante una devastación donde muchas familias urgen ayuda.
Resulta doloso e infame que un gobierno cierre los filtros de ayuda para determinar que sólo el ejército es el único que podrá distribuirla.
La mediocridad de los tiempos electorales en combinación con una fuerte devastación natural, dan como resultado exhibir la ineptitud de un gobierno que no es de cuarta, sino de quinta.
Tardará mucho tiempo para que Acapulco se ponga nuevamente de pie.
Lo infame será ver en las próximas semanas, la repartición de alimento y enseres con etiquetas morenistas que seguro se endosarán para aprovechar los tiempos electorales y la marca del partido que hoy ya vimos, gobierna mezquinamente.
@rubysoriano @alquimiapoder
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