Luis Fernando Soto

La frase #VotoÚtil se acuñó en el año 2000, durante la campaña presidencial en la que competían Vicente Fox, Cuauhtémoc Cárdenas y Francisco Labastida. 

La posibilidad de un primer e histórico triunfo opositor, después de 71 años de gobiernos del PRI, facilitó la propuesta de sumar el voto en aquel candidato que garantizara la victoria sobre el oficialismo.

La sombra del fraude electoral de 1988, atribuido al entonces secretario de Gobernación, Manuel Bartlett, y su afamada “caída del sistema”, era suficiente para desconfiar en la respuesta del gobierno ante un resultado electoral adverso.

En los últimos comicios del Siglo XX, participó el 52% del padrón electoral, con los resultados ya conocidos: Carlos Salinas obtuvo el 50%; Cuauhtémoc Cárdenas el 31%, mientras que Manuel Clouthier se quedó con el 17% de la votación total.

Seis años después, tras varias reformas electorales, se garantizó de respeto al voto y se equilibraron las condiciones de competencia, con un árbitro ciudadano: El Instituto Federal Electoral.

En aquel 2000 se otorgaron prerrogativas a los partidos (entonces necesarias, hoy cuestionables); hubo apertura en los medios de comunicación y vimos el primer debate entre candidatos: ¡Cómo olvidar “la vestida” de Labastida!

Hace 24 años, el #VotoÚtil funcionó: El 62% del padrón electoral salió a las urnas y propició el triunfo de Vicente Fox, con el 42%; Francisco Labastida alcanzó el 36%, mientras que Cuauhtémoc Cárdenas obtuvo el 16%.

El “líder moral” de la izquierda, considerado “víctima del fraude” en 1988, fue relegado a un tercer lugar para asegurar la llegada de un presidente no priista (por lo menos en el membrete).

Dos décadas después, la incipiente historia democrática se intenta borrar con nueva retórica oficialista, copia calca del priismo hegemónico, que también menospreciaba a sus competidores llamándoles “la oposición”.

La ilegal intervención del presidente López Obrador en los comicios, sus esfuerzos por disminuir al INE y el uso de recursos públicos en la campaña del partido oficial, retornaron la desconfianza sobre la reacción del gobierno a un resultado adverso.

De ahí que la propuesta del #VotoÚtil ronde entre las intenciones de millones de votantes que rechazan una vuelta al pasado autoritario y caciquil.

No hay mucho que imaginar, ¡ya lo vivimos! Los mexicanos sabemos que, sin democracia, el futuro pinta desfavorable: Inflación, desigualdad, pobreza, migración, desempleo, más violencia y la pérdida de libertades individuales.

En nosotros, nosotras, nosotres, está la decisión ¡Vota este 2 de junio!

@luisfersoto