
Sebastián Godínez Rivera
Venezuela se ha convertido en el centro de atención de todo el orbe; las críticas se centran en Nicolás Maduro; la casta militar, el chavismo como ideología o los grupos de choque. Sin embargo, hay un personaje que ha sido ignorado y es la Primera Dama, Cilia Flores o como la llama el chavismo la primera combatiente.
La pareja del autócrata venezolano es una figura que ha sido poco estudiada, pero que tiene gran relevancia en el escenario político venezolano. Cilia Flores ha sido una mujer que hizo carrera política desde el fallido golpe de estado de 1992 encabezado por Hugo Chávez. Llevó la defensa de los militares que habían intentado derrocar al gobierno de Carlos Andrés Pérez; luego encabezó la comisión junto con el entonces presidente Rafael Caldera para la liberación de Chávez.
El militar decidió dejar las armas y formar el Movimiento V República (MVR), cuando Chávez ganó la presidencia se convirtió en legisladora de la Asamblea Nacional y fue reelecta en 2005. En el legislativo conoció a Nicolás Maduro Moros quien había sido presidente de la Asamblea, pero ahora dejaba el cargo para convertirse en canciller. Entonces, Cilia ganó las elecciones internas y se convirtió en la primera presidenta en la historia del parlamento venezolano.
Hasta este punto es posible identificar que la hoy primera dama tiene una carrera propia forjada durante el chavismo. En ese sentido, hay contados casos de mujeres que asumen un liderazgo relevante antes de conocer a sus esposos, por ejemplo, Rosario Murillo en Nicaragua quien había sido guerrillera. No obstante, comienzan a cobrar mayor relevancia cuando se encuentran en la cúspide del Poder Ejecutivo y luego se convierten en pilares base del autoritarismo.
El caso de Cilia Flores la posiciona como una de las defensoras más fervientes del chavismo y con una trayectoria militante respetable. Además, es de los pocos casos en los que una mujer cobra un papel central en la defensa de un caudillo autoritario; lo que le servirá para afianzar su poder cuando Nicolás Maduro asuma la primera magistratura. Continuando con el relato, en 2012 Chávez la nombró Procuradora General de la Nación debido a que su antecesor había fallecido.
Cabe destacar que ocupó la Procuraduría hasta la muerte de Chávez; luego Maduro asumió el poder y 3 meses después se formalizó públicamente su relación. En el primer evento público como mandatario sustituto, Maduro destacó que Cila no sería Primera Dama porque era un cargo de alcurnia y occidental; por lo tanto, se le denominó como primer combatiente. Este cargo no existe, pero es una forma en que algunos regímenes intentan dotar de aura revolucionaria a la pareja presidencial.
A diferencia de las primeras damas conocidas, son contadas las mujeres que adoptan otro mote, por ejemplo, Rosario Murillo no solo es la Primera Dama, sino la Jefa de la Oficina de Comunicación, Vicepresidenta de la República y la Presidenta del Poder Judicial. Asimismo, hay otro caso como el de Madame Mao, durante la consolidación de la Revolución China, Mao Tse Tung se casó con Jiang Qing; quien se encargó de encabezar la revolución cultural. Nunca usó el cargo de primera dama, sino que sólo fue conocida como Madame Mao. En el caso de Cilia Flores, es conocida como la primera combatiente.
La razón de utilizar este cargo, es para dotar de aires revolucionarios al país, sobre todo si la Revolución Bolivariana pretende romper con las tradiciones establecidas. Además, hablar de una primera combatiente, es destacar que es quien encabeza la lucha y la defensa del chavismo en el ámbito femenil. El régimen venezolano ha instaurado en el imaginario colectivo que la mujer solo es revolucionaria cuando defiende el bolivarianismo y sus supuestos logros.
En 2015 fue reelecta como diputada, de 2017-2020 fue miembro de la Asamblea Nacional Constituyente y desde 2021 ocupa su escaño en el legislativo. El régimen autocrático inauguró una serie de programas «Con Cilia, en familia» y, un año más tarde, comenzó las transmisiones del programa radial «Decisiones». En ambas emisiones Cilia Flores abordaba el tema de la familia, la defensa del chavismo y la mujer como y su papel de revolucionaria.
Como en varios gobiernos autoritarios el adoctrinamiento es parte de la cultura y la estructura del Estado. No obstante, pocos regímenes brindan tantos espacios a las mujeres o esposas de los tiranos. Sin embargo, Cilia no ha estado libre de investigaciones ya que la han señalado de nepotismo por haber dado trabajo a 5 familiares en la Asamblea Nacional; también ha sido señalada de tener nexos con el crimen organizado; y ha sido objeto de varias sanciones por varias naciones.
Incluso se le señala de controlar al Poder Judicial; el magistrado Christian Zerpa dejó su cargo en 2019 y acusó a Cilia Flores de controlar a todos los magistrados y que antes de emitir sentencias se le consultan a ella. Asimismo, el juez destacó que el nombramiento de jueces es mediante una lista que Cilia y Maduro revisan con el objetivo de impedir la división de poder. Como podemos ver la democracia venezolana no solo es sometida por Nicolás Maduro,sino también por la primera combatiente.
Ahora bien, durante la campaña de 2024 Cilia fue pilar fundamental de la competencia electoral; en todos los mítines acompañó a Nicolás Maduro dando la imagen de una familia tradicional, pero revolucionaria. Incluso, la caricatura superbitogo, en la que Maduro es ejecutivo y presidente, aparece Cilia; este mensaje es profundo puesto que incita a continuar con la revolución, aunado a que destaca la necesidad de la familia.
Cilia Flores ha sido pilar del régimen autoritario de Venezuela al que no se le ha puesto atención. Su propia carrera y ascenso al poder está marcado por una carrera propia que ha crecido luego de llegar al Palacio de Miraflores. El control que ejerce sobre el Poder Judicial y el Legislativo es motivo de un análisis que pocos nos hemos adentrado; muchas veces se habla de Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, el Partido Socialista Unificado de Venezuela entre otros.
La primera combatiente es ignorada dentro de la esfera del análisis del poder y de la élite chavista que gobierna sin contrapesos. Cilia Flores no solo es la primera combatiente, sino también la espada de Damocles que está sobre el Poder Judicial. Su papel será fundamental en la crisis que vive el país, su permanencia o caída. Ella es Cilia Flores…
