
Sebastián Godínez Rivera
Seis integrantes del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), Claudia Zavala, Dania Ravel, Carla Humphrey, Martín Faz, Jaime Rivera y Arturo Castillo lograron que la Secretaria Ejecutiva presente una controversia por las reformas que hizo Morena para dotar de superpoderes a la presidencia. El Consejo General se calentó con las intervenciones de las consejerías que defienden la colegialidad.
Morena insiste en dinamitar los contrapesos y como lo han hecho con otras instituciones, buscan colonizarlas e imponer perfiles afines. Esto se enmarca en medio de la aprobación de la reforma judicial, la renuncia de los ocho ministros y la división dentro del árbitro. En una discusión acalorada los integrantes del INE que buscan los equilibrios destacaron la importancia del diseño institucional en el IFE/INE; tocaron el tema de la regresión democrática que vive el país; y se pusieron sobre la mesa los antecedentes de que desde 2007 la Secretaría Ejecutiva ha interpuesto controversias.
En la herradura de la democracia se desmintió a las consejerías oficialistas que dicen no hay consensos; Dania Ravel ejemplificó que una de las propuestas para la titularidad de la Secretaría Ejecutiva presentada por la presidente reunió 7 votos y faltaba uno, pero la misma Taddei se negó a dar el sufragio faltante. Con este argumento se derrumba la tesis oficialista de que la mayoría se niega a establecer acuerdos.
Por otro lado, las consejeras Claudia Zavala y Carla Humphrey destacaron los antecedentes y la facultad de la secretaria ejecutiva para presentar controversias. La primera agregó que las formas importan y que en el Consejo General se ha tratado de silenciar y excluir a diversas voces, en aras de mermar pluralidad. Las consejerías que llegaron por insaculación no han ocultado su simpatía por Morena y se han aglutinado junto a otras que ya pertenecían a la herradura.
Asimismo, la consejera Zavala destacó que preguntó de manera personal a la presidenta sobre esta nueva facultad que habían otorgado y destacó que ella le respondió “No haré uso de esa facultad”. Sin embargo, es importante que se tomen las medidas legales necesarias para impedir la concentración de poder en una persona. En un análisis más fino y desde el enfoque de la teoría racional, los actores políticos no actúan de buena voluntad, sino que buscan maximizar sus beneficios.
Además, el consejero Jaime Rivera hizo hincapié en que hay intentos del oficialismo por someter las instituciones a perfiles partidistas. Se tocó el punto de la regresión democrática y el contexto que vive el país. Una participación relevante puesto en la ola autoritaria que recorre México no respetará a ninguna institución que muestre señales de autonomía.
Al contrario, considerar que el INE queda fuera del panorama es un error, porque no solo buscarán la captura del consejo, las direcciones y unidades técnicas, sino que intentarán ideologizar a la rama administrativa y el Sistema Profesional Electoral Nacional (SPEN). A través de participaciones concretas y directas logran incomodar a miembros oficialistas, Rita Bell López, Jorge Montaño, Norma de la Cruz, Uk Kib Espadas y la propia presidenta Guadalupe Taddei.
Los cinco miembros que se opusieron al proyecto discutido, no tardaron en señalar que se intenta romper la colegialidad con esta discusión. Algunas voces también llamaron a “dejar de lado los intereses personales y anteponer al instituto”; sin embargo, las palabras no necesariamente muestran el deber ser. En el INE se ha presenciado un intento por imponer la ideología antes que el profesionalismo.
Sobre todo, fue la participación de Guadalupe Taddei quien mostró su incomodidad, pero también un talante autoritario. Mencionó que “vendrán tiempos un poquito peores; que está siendo provocado desde dentro por 6 consejeros que ponen en la luz al instituto de una manera totalmente incorrecta”. Su postura autoritaria y el ataque directo a las consejerías muestra su intención de concentrar poder.
No debe olvidarse, que durante el tiempo de Lorenzo Córdova se acusó al INE de parcial, ejercer facultades legislativas y de invadir otros poderes. El morenismo llevó ataúdes con los nombres de Lorenzo y otros consejeros que hacían apología a la violencia. Ahora, con Taddei intentan dotarla de super facultades y el oficialismo busca romper la colegialidad. Incluso Sergio Gutiérrez Luna presentó una iniciativa para elevar las facultades a rango constitucional y así hacer un INE unipersonal.
A un mes y seis días del nuevo, el poco andamiaje institucional que queda será capturado por el oficialismo. La división en el Consejo General continúa y son claras las intenciones de las consejerías afines; la incertidumbre se respira en el aire y en toda la estructura del instituto. Quizá en lo único que tiene razón Taddei es en que vendrán tiempos más difíciles…
