Por Ruby Soriano
La llamada “nomenklatura” se impuso en el Partido Acción Nacional donde sin sorpresas, Jorge Romero Herrera candidato de la cargada azul es el virtual dirigente nacional para el periodo 2024-2027.
Romero Herrera venció a Adriana Dávila quien dio batalla, pero no le alcanzó para revertir los viejos lastres de un PAN amañado y muy desdibujado.
Acción Nacional adoleció de una contienda abierta pues decidió cerrarla únicamente a sus militantes y perderse la oportunidad de reforzar su fuerza opositora que se encuentra más que reblandecida y acotada.
Los vicios que tanto se critican al poder en turno, se hicieron presentes en esta elección nacional panista que hubiese cambiado escenarios y recobrado una credibilidad social, si hubiera desterrado los viejos vicios electorales con los que siempre se actúan en función de mantener el poder.
El PAN es un reflejo de la polarización social trasladada al interior de un partido opositor que sigue en la lona tras la desastrosa derrota del pasado 2 de junio.
Las componendas cupulares cerraron el paso a cualquier posibilidad de oposición interna panista para salvaguardar los intereses del actual líder, Marko Cortés que ha tenido una de las dirigencias más desafortunadas en la vida política del que fuera el principal partido opositor en México.
Los panistas se condenan por su propia necedad y falta de autocrítica para seguir en la línea de lo indefendible.
Las ligas cupulares se imponen y seguirán pesando más que las voces de sus 300 mil militantes.
Las voces de grupos siguen en la defensa de una línea conservadora y obsoleta que está fuera de lugar para los tiempos que hoy corren en el país.
El virtual ganador de la dirigencia nacional panista señaló:
«Quiero decirles que asumiremos la dirigencia del partido Acción Nacional con toda responsabilidad, con toda humildad, y estamos conscientes de que lo haremos no en una época de gloria, no en una época de fanfarrias, todas y todos aquí estamos conscientes de que habrá de ser en una época que muchos consideramos como de las más oscuras en la vida pública de este país».
El Partido Acción Nacional tiene un gran desafío como el siguiente paso para lograr una reconstrucción interna que les permita recuperar esa fuerza que les devuelva el liderazgo para recobrar la credibilidad y solidez como partido opositor.
@rubysoriano @alquimiapoder
Los alquimistas del poder 