Sebastián Godínez Rivera

Croacia es un país ubicado en la zona de los Balcanes, perteneció a la extinta Yugoslavia, pero cuando murió el dictador Josip Broz Tito en 1991 este territorio se independizó y en 1991 vio la luz. Al igual que otras naciones que presenciaron el derrumbe del socialismo real, la llegada de la economía de libre mercado y la adopción de un sistema parlamentario abrió un nuevo capítulo en la historia croata.

El jefe de Estado o presidente, Zoran Milanovic, asumió la titularidad del país en 2020 durante la pandemia de Covid-19. Empero, su historia se remonta a 2011 cuando asumió como jefe de gobierno o Primer Ministro del país. En ese entonces, se convirtió en uno de los liderazgos proeuropeos de la región; identificado con la socialdemocracia, amplió los derechos de los homosexuales, impulsó medidas para aliviar a los endeudados en francos suizos e intentó ampliar los derechos de la minoría serbia.

Sus posturas se identifican con la derecha nacionalista la cual está en contra de la migración, se opone a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, tiene posiciones encontradas con Vladimir Putin y se opone a Ucrania. Es curioso este cambio, debido a que siendo un socialdemócrata que en su momento abogó por la pluralidad y la apertura para minorías sexuales y étnicas, hoy las criminaliza. Su transición es comparado con el premier eslovaco, Robert Fico, sin embargo Milanovic si se asume como parte de la derecha.

El país balcánico celebrará comicios el 29 de diciembre y Milanovic aspira a convertirse en el jefe de gobierno; no obstante, ha violado la ley porque se niega a dejar la presidencia para contender. A pesar de que el Tribunal Constitucional le ha prohibido participar en la campaña electoral debido a la neutralidad a la que le obliga su cargo, este ha elevado la apuesta y ha anunciado que acabará con esta institución si llega al poder. Un comportamiento claramente autoritario y que está ligado a la concentración del poder como lo han hecho otros personajes de la región.

Ante el apercibimiento de los jueces, Milanovic ha dicho que los jueces son corruptos y unos gangsters (mafiosos); esto no solo ha elevado la temperatura rumbo al proceso electoral, sino que ha generado cuestionamientos. Su principal adversario es el Primer Ministro conservador proeuropeo, Andrej Plenkovic, quien ha acusado al presidente de violar la Constitución, entregar el país a Rusia y sofocar la democracia.

El ejecutivo de acuerdo a sondeos es el favorito para ganar la contienda, sin embargo, para las elecciones legislativas la mayoría sería ganada por los conservadores de la Unión Democrática Croata y en segundo lugar quedaría su coalición Ríos de Justicia. La confrontación entre el jefe de Estado y el jefe de gobierno ha escaldado, al punto que Milanovic declaró que solo dejaría el poder si se forma un gobierno con él a la cabeza.

Las elecciones croatas solo arrojan tensión en el ambiente político debido al enfrentamiento de un líder autoritario que busca acercarse a Rusia, frente al premier europeísta. La elección entre la deriva autoritaria o una democracia imperfecta está en el aire y seguramente impactará en el viejo continente, el cual cada vez presencia el ascenso del nacionalismo.