
La ley de Telecomunicaciones y lo que saldrá mal
Hugo Mena
La iniciativa presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum en materia de telecomunicaciones causó un revuelo inusitado, por la intención a la censura; extorsionando, si es el verbo adecuado, a los concesionarios de radio y televisión con la amenaza de retirarles los derechos ya adquiridos y con aquellos que no pueden quitarles concesiones como las plataformas digitales pues “suspensión temporal”.
Una persona José Peña Merino, titular de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), a través de la dictatorial facultad del artículo 109, podrá “suspender temporalmente” a cualquier plataforma digital, sea un medio independiente, como éste donde usted ahora lee o incluso una aplicación completa como YouTube o X antes Twitter.
Sin embargo, en la reforma de Telecomunicaciones subyace un problema mayor y es la absoluta inexperiencia en materia de la ATDT, ahora concentrará todas las facultades del extinto Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) y la Subsecretaría de Comunicaciones dependiente de la Secretaría de Comunicaciones, Infraestructura y Transportes (SCIT).
Vaya pues, tenemos una super secretaría, con muchas funciones, poco presupuesto y sobre todo nada de experiencia y en la mente de un solo hombre (Merino), se van a tomar todas las decisiones del sector de telecomunicaciones, el tipo será rector y regulador, es decir pitcher, cátcher, bateador y umpire, sin duda un genio de nuestro tiempo.
El Gobierno tiene una participación importante en el sector, pues posee estaciones de televisión, Once, Catorce y Veintidós, radiodifusoras, además de contar con servicios de telefonía móvil e internet (Altan y CFE), por lo que compite con todos los actores del sector sean televisoras, estaciones de radio, periódicos, portales de noticias, proveedores de internet y telefonía, ahora en condiciones de inequidad, es decir el Rey de Copas, pero también de Oros, Espadas y Bastos.
No se asuste si no mañana no encuentra la cuenta de X o el canal de YouTube de su periodista independiente, pues seguramente el señor Merino ya lo “suspendió temporalmente.
Ni se preocupe si un día su compañía telefónica le cobra más y el gobierno le dice que se pase a Altan o que contrate el Internet del bienestar en CFE, y no vaya a ser que en su población solo se pueda ver el Once y el Veintidós por televisión abierta.
Peor aún, si un día el Gobierno dice que un canal de televisión está mal ocupado o como dijeran propios senadores del gobierno, divide al pueblo, pues le quitamos la concesión, faltaba más y podemos transmitir la mañanera las veinticuatro horas para informar al pueblo.
En fin, vamos a los tiempos donde se preguntará – ¿Y que opina la gente?, lo que usted diga señor presidente…
Pero, por si fuera poco, este primero de junio se renuevan tres magistrados y cuatro jueces en materia de telecomunicaciones, jueces nuevos, impolutos, elegidos por el pueblo, claro con algunos detalles, mínimos tal vez, es decir noventa por ciento leales, diez por ciento incompetentes, qué más da.
En fin, se hunde el barco, pero la capitana es honesta, el timonel es leal, el navegante tiene otros mapas y el iceberg es el culpable, pues ese es neoliberal.
