
Sebastián Godínez Rivera
La reunión celebrada en el Casa Blanca el 18 de agosto no solamente estuvo marcada por el acercamiento de Donald Trump y su homólogo ucraniano, Volodimir Zelensaky o la comitiva de la Unión Europea que la acompañó. Sino que para varios medios de comunicación, la aparición del ejecutivo de Ucrania portando un blaser color negro.
El tema puede parecer ramplón, pero no lo es, sobre todo porque Zelensky se hizo conocido a nivel mundial por portar chamarras de combate en color verde o negro y combinado con pantalones cargo. Una imagen que transmitía al líder asolado por la guerra, así como a su nación y que buscaba llamar la atención de occidente para hacer frente a la ofensiva rusa.
La ropa comunica ya sea en solitario, pero también depende del escenario y los personajes que acompañan a otros líderes. Luego, de una reunión tormentosa en febrero de 2025, en la que Trump y Zelensky lanzaron manotazos y subieran el tono de voz, hubo un segundo encuentro. La vestimenta elegida por el líder ucraniano no es casualidad, al contrario, es un arma que eligió cuidadosamente y sorprendió al propio Trump.
Es importante entender que el inquilino de la Casa Blanca no solamente es un líder populista, sino que es uno de los nuevos personajes que pone énfasis en el cuidado personal. Desde la campaña de 2017, Trump ha utilizado sacos, abrigos largos, corbata y camisas de marca; pero tiene de sumar a su atuendo una gorra estilo camionero color roja con la leyenda MAKE AMERICA GREAT AGAIN.
El presidente estadounidense es un líder que cuida mucho su imagen y esto se nota en las diversas apariciones en eventos o cumbres. No obstante, Zelensky como presidente de una nación en guerra rompió con el protocolo y ha sido de los pocos jefes de estado que no visten de etiqueta. En febrero del 2025, un periodista le preguntó por qué no usaba traje; a lo que el ucraniano respondió “lo usaré cuando termine la guerra, tal vez algo como lo que tu usas, más caro o más barato, no lo sé”.
Incluso el líder ruso, Vladimir Putin no ha dejado los trajes a la medida y los zapatos de agujetas durante toda la guerra. En la reunión celebrada el 15 de agosto en Alaska entre Trump y Putin, ambos portaban traje y corbata; muestra de que los autócratas no se desprenden de la elegancia. Ahora bien, cabe destacar que la prenda portada por Zelensky es un cambio en el mensaje que quiere transmitir; de una imagen bélica pasó a un atuendo más sobrio para la reunión en Washington.
Zelensky portó un blaser color negro, con cuatro bolsas y con tres botones. Es incorrecto que vistió un saco, puesto que este se caracteriza por ser la parte superior de un traje (saco y pantalón). Mientras que el blazer o chaqueta, es una prenda que puede utilizarse y combinarse de forma indistinta con otros colores y/o pantalones. El líder ucraniano apareció con dos botones abrochados, siguiendo el código de vestimenta: cuando la chaqueta tiene tres botones, solo se abotonan los dos primeros.
Este tipo de vestimenta no tan formal, sin duda sorprendió a Trump quien quizá esperaba recibirlo con su tradicional ropa de combate. Eliminó símbolos o insignias que hicieran alusión a la guerra o al ejército ucraniano; un cambio que sin duda sorprendió a la prensa. Autoras como Vanessa Friedman en The New York Times incluso compararon su ropa del 18 de agosto con la que utilizó el febrero y hablan de un cambio en la postura negociadora.
Esto no quiere decir que la guerra haya terminado, pero sin duda quien encabeza el equipo de imagen de Zelensky, hizo buen trabajo en sugerir un cambio. Esto se notó en la rueda de prensa, cuando un periodista halagó su vestimenta, lo que fue bien recibido por el mandatario eurooriental. La diplomacia de la vestimenta surtió efecto, puesto que Trump ha dicho que buscará organizar una cumbre trilateral entre Putin, Zelensky y él.
Hasta Trump le dijo “¡No lo puedo creer, me encanta!” a lo que el ucraniano respondió “Era lo mejor que tenía” y se río. En este contexto, es posible afirmar que el cambio de vestimenta logró suavizar la postura de Trump frente a su homólogo europeo; sobre todo, porque el republicano dirige Estados Unidos como si fuera una empresa debido a sus antecedentes empresariales.
En el mundo de los negocios la vestimenta juega un papel relevante, dice Trump que dependiendo del aspecto de su contraparte, él sabe si debe negociar tersamente o doblar la apuesta y ser agresivo. Quizá, la vestimenta de combate sirvió para que la comunidad internacional se solidarizara con Ucrania, sin embargo, esta pudo haber jugado en contra de su principal aliado, Estados Unidos.
No obstante, la vestimenta solo es un pequeño eslabón de lo que hay detrás de la reunión en Washington, puesto que asumir que un cambio de ropa cambiará el curso de la guerra es falso. No es posible omitir que las propuestas de Putin son: 1) detener el ingreso de Ucrania a la OTAN; 2) anexar Crimea sin que haya intentos de devolverla; y 3) retener el Donbás que es un punto geoestratégico para Rusia.
