
Sebastián Godínez Rivera
El dictador libio, Muammar Gaddafi alguna vez escribió:
“Como amo la libertad de los pueblos su espíritu entusiasta tras liberarse de sus cadenas y sus cantos de felicidad. Pero cuánto les temo y desconfío de su crueldad cuando están enojados: conspiraron contra Anibal y lo hicieron beber veneno; quemaron a Savonarola en la hoguera; mataron a Dalton en la Guillotina; arrastraron el cuerpo de Mussolini; y escupieron a Richard Nixon”.
El hartazgo por la corrupción, el nepotismo, la falta de empleo y la represión fueron el caldo de cultivo perfecto para hacer estallar a la sociedad nepalí. Aunque mucho se especula de la ley que limitaba 28 redes sociales porque no querían adaptarse a la legislación de dicha nación, lo cierto es que fue un intento de censura. Las protestas de la Gen Z estallaron por los factores antes mencionados, no solo por la mordaza que el gobierno quería ponerles.
Khadga Prasad Oli, entonces primer ministro del país, retiró este proyecto de ley, sin embargo, fue demasiado tarde. De acuerdo a cifras de la Organización Mundial del Trabajo en 2024, el desempleo en jóvenes alcanzó el 20%. La situación en el país asíatico es precaria ya que las personas no tienen acceso a servicios básicos, bienes de consumo duraderos y mucho menos acceso a la recreación.
A esto se sumaron las acusaciones de corrupción y nepotismo por parte del jefe de gobierno, Prasad Oli. Escándalos estallaron como los nexos entre funcionarios nepalíes y empresas chinas, estafas de oficinas de empleo que quitaban el dinero a los jóvenes y sobre todo, la creciente desigualdad. La ciudadanía se ha percatado de cómo viven los hijos de todos los políticos y sus lujos, generando resentimiento y malestar.
En el país se hizo presente la indignación, pero también la crueldad que en su momento describió Gadafi. Si bien, las imágenes del Primer Ministro saliendo en helicóptero y dimitiendo al gobierno dieron la vuelta al mundo, no fueron las únicas. Las fotografías del parlamento, la corte y el palacio de gobierno incendiados, grafiteados y con signos de violencia se convirtieron en símbolo de la rebelión contra un gobierno autoritario.
No obstante, los videos en los que los jóvenes persiguen hasta un río al que era Ministro de Finanzas que es pateado y desvestido; funcionarios del gobierno siendo golpeados en las calles; o la muerte de la esposa del Primer Ministro que fue quemada y golpeada. La rabia movilizó a las juventudes porque la desigualdad ha calado fuerte en el grosso de la población, asimismo, la falta de oportunidades movilizó a quienes aspiran a un mejor futuro.
Es importante destacar que Nepal es uno de los países más corruptos de Asia de acuerdo con Transparencia Internacional; el Informe V-DEM sobre la democracia en 2025 posiciona a este país como un régimen autoritario. Ahora bien, el país es catalogado como una democracia electoral, es decir, hay comicios libres, se compite en condiciones de igualdad y la alternancia en el poder. Pero la democracia electoral no lo es todo, al contrario, se necesita el respeto a la libertad, los derechos y una ciudadanía democrática.
Es pertinente señalar que este país de Asia está considerado como “en proceso de democratización”, al tomar la definición de Lawrence Whithead, se refiere a que está en un proceso de cambio y apertura. Nepal es un país que nunca fue conquistado por ninguna potencia, sin embargo, no estuvo exento de tener regímenes autoritarios, de acuerdo a V-DEM desde 1974 y hasta 2006 el país estuvo bajo el autoritarismo.
Fue en 2006 cuando con el triunfo de la denominada Revolución democrática y pacífica comenzaron los cambios para transicionar a una democracia, es decir, dejar atrás el autoritarismo. Debe hacerse hincapié en que Nepal se encuentra entre este intervalo de tiempo indefinido, dicho así por O’Donnell, Schmitter y Whitehead, donde el país es vulnerable a retrocesos.
Luego de que el siglo XX fue gobernado por un monarca absoluto que prohibió los partidos hasta 1990, en el país la democracia es relativamente nueva. En 1996 grupos socialistas de ideología maoísta se opusieron a que el país tuviera un régimen parlamentario, es decir que tuviera monarca y primer ministro, por lo que estalló una guerra civil, bajo el argumento de aspirar a la fundación de una república popular.
La guerra civil culminó en 2006 y fue en 2008 cuando presentó una nueva Constitución que sentó las bases de un Estado moderno, con régimen parlamentario y una democracia pluripartidista. Al momento de escribir estas líneas, apenas han pasado 17 años desde que el país comenzó un cambio, su democracia es relativamente joven y a los datos del Informe V-DEM me remito.
Nepal ha mejorado su posición en democracia entre 2014 y 2025 ya que encabeza el grupo del 30%-40% superior en el Índice de Democracia Liberal. Esto no quiere decir que el país no tenga problemas, al contrario, estos persisten y la clase gobernante debe resolverlos para mantener la estabilidad. Sin embargo, en comparación con otras naciones, el desarrollo de Nepal ha sido rápido en esta materia.
Las protestas del 9 de septiembre no solamente cimbraron a Asia, sino que son una muestra de que el poder no es eterno y en política no hay amigos, solo aliados. El martes 2 de septiembre el presidente chino, Xi Jinping, invitó a varios jefes de estado y de gobierno a la celebración de los 80 años del Día de la Victoria. En las fotos apareció el Primer Ministro, Prasad Oli, junto a XI y el presidente ruso Vladimir Putin; durante y después de las protestas seguramente estos personajes solo vieron la caída del premier, sin decir nada.
Aún por el momento, el destino de Nepal es incierto, pues si bien han triunfado las protestas sociales y la élite política ha huído del país o se encuentra atrincherada, lo cierto es que esto es parte de los países en transición a la democracia. Al momento de escribir estas líneas, se ha designado a una primera ministra interina, Sushila Karki, expresidente del Tribunal Supremo, propuesta por los manifestantes. Karki tiene una larga carrera en el combate a la corrupción y fue objeto de presiones para destituirla cuando presidió el Poder Judicial.
