
Malinalli García Ruiz
Si una mujer entra a la política, cambia la mujer, si muchas mujeres entran
a la política, cambia la política: Florentina Gómez Miranda
En México a raíz de la incorporación del principio de la Paridad en nuestra Constitución, se han desarrollado elecciones en las que se han postulado candidaturas 50% hombres y 50% mujeres, lo que ha permitido que más mujeres hayan arribado al Congreso de la Unión, a los Congresos Estatales, a las gubernaturas, presidencias municipales, regidurías, etc. Sin embargo, esto no ha significado que las mujeres accedan a la estructura real de poder.
De ahí que resulta muy importante que se desarrollen investigaciones académicas sobre la representación política de las mujeres en los congresos estatales, como el estudio que se presentó el pasado mes de abril del 2022, en Puebla por parte del Instituto Electoral del Estado del Observatorio de Participación Políticas de las Mujeres en la entidad.
El estudio “La Participación política de las mujeres en Puebla en el contexto nacional”, estuvo encabezado por la Doctora Flavia Freindenberg, y evaluó la representación política de las mujeres a partir de la implementación de la paridad, dentro de los 32 congresos estatales de 2014 a 2021.
Se plantearon las siguientes interrogantes: a) si más mujeres legisladores significa mayor presentación de iniciativas (sin importar a quienes están orientadas); b) más mujeres legisladores implica representa mayor capacidad de las mujeres para convertir sus iniciativas en legislación aprobada; y c) más mujeres legisladoras no significa mayor número de iniciativas feministas.
Dentro de los hallazgos presentados sobre resalta que de 1994 al 2019 en el país se registró un crecimiento sustantivo de 40% en la representación de las mujeres en el país, mientras que en la entidad poblana creció, es decir que pasó de 19% en 2001 a 46.8% en 2018 y 45.65% en 2021, es un crecimiento sustantivo gracias a las reformas electorales y el régimen electoral de género.
También señala que en Puebla de un total de 972 iniciativas aprobadas en el Congreso Local entre 2014 y 2021, 249 pueden considerarse feministas, es decir, 15.61 por ciento, cifra que se consideró baja. Los temas de las iniciativas fueron: una vida libre de violencia , derechos políticos, derechos sociales y derechos reproductivos, lo que significa que las mujeres aún no tienen una agenda prioritaria en la materia.
En Puebla una mayor presencia de mujeres implicó: un mayor número de iniciativas presentadas por mujeres; las legisladoras no tienen una agenda feminista, y a pesar de las múltiples violencias, al momento de ejercer su trabajo como legisladoras, las mujeres todavía no tienen como prioritario esta agenda.
La agenda continua privilegiando los intereses masculinos y de los partidos políticos. Los intereses de las mujeres se representan cuando no desafían valores establecidos y se integran dentro de las prioridades del partido gobernante. Más mujeres en el poder, no supone más mujeres con poder, no todas las legisladoras son feministas.
Los datos de este estudio nos dejan una gran reflexión sobre la construcción y ejercicio de ciudadanía de las mujeres, los congresos estatales están conformados de forma paritaria, pero las mujeres no los están presidiendo, encabezan y forman parte de comisiones pero aún de temas blandos. Y la agenda de los congresos aún sigue obedeciendo a los interese masculinos.
En el caso de Puebla, el estudio reveló que en el poder legislativo se carece de un Centro de Estudios Legislativos, que se dedique a estudiar prioritariamente cuestiones de género para erradicar la desigualdad, y proponer políticas públicas que atiendan las diferentes problemáticas desde una perspectiva de género; recientemente fue creada la Unidad de Género y no Discriminación.
El ejercicio pleno de los derechos políticos, económicos, sociales y culturales de las mujeres es inherente a las condiciones de una vida libre de violencia, que las mujeres vivan sin miedo, en estos momentos en el país hay una emergencia nacional por los feminicidios, lo que no permite la vivencia de estos derechos en condiciones de seguridad y un Estado de Derecho.